Pero el sector, el del chárter de lujoo, seguimos en España con una situación de ausencia de concreción y de agravio comparativo con los países de nuestro entorno, cuya primera y directa consecuencia es la deserción de las grandes empresas del chárter de nuestro litoral, penalizando este nicho de mercado, fundamental por ejemplo en Baleares, pero también en todo el litoral Mediterráneo de la península. Es en estas dos zonas precisamente donde más se está apostando por atraer a los yates de lujo con infraestructuras recientes como Marina Ibiza, Port Adriano, Vilanova Grand Marina Barcelona y ahora Port Tarraco y la remodelación de Port Vell en el centro de Barcelona.
Al respecto, las asociaciones profesionales españolas han propuesto a la administración española una serie de medidas dirigidas a paliar los nocivos efectos de una legislación desfasada y pemiciosa. Entre ellas, destaca la supresión del Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (conocido como impuesto de matriculación) para las embarcaciones dedicadas al alquiler, ya que al gravar nuestro país los yates de más de 15 metros dedicados a esta actividad estamos poniendo trabas al turismo de calidad y perdiendo mercado frente a Italia, Francia, Turquía, Montenegro o Croacia. Otras solicitudes son otorgar a la figura Jurídica del contrato de arrendamiento financiero las mismas ventajas de las que goza en Francia e Italia, crear y potenciar el registro marítimo español para que sea competitivo intemacionalmente e Incluir en esta regulación a las embarcaciones de más de 24 metros, así como regular las titulaciones profesionales para prestar senvicios comerciales a bordo de embarcaciones de recreo. Surgen proyectos, pero si no se apoyan en una legislación coherente con la actividad de nada o de muy poco senvirán. (Grandes Esloras, nº 61)