La situación actual es terrible. El impuesto de matriculación único en Europa ha aniquilado el mercado del chárter de grandes esloras. Los armadores de los grandes yates extranjeros reciben siempre el lógico consejo de evitar las aguas españolas so pena de ser perseguidos por las aduanas para pagar el impuesto de matriculación. (fondear.com, junio 2011)