Es posiblemente el diseñador más famoso del mundo. Diseña sillas, váters, lámparas, exprimidores de zumo, gafas, restaurantes, hoteles… y ahora hasta puertos de lujo. La nueva marina que Philippe Starck ha diseñado en Mallorca pone a Port Adriano en el mapa del turismo de lujo como destino imprescindible. Por algo se vende ya como «el puerto deportivo más moderno del Mediterráneo». Ya no solo se hablará de Portals.
‘Por primera vez en la historia de la humanidad, hay que parar de crear porque degradamos el mundo’
Todo tiene el sello Starck: la omnipresente madera de teka, los espacios diáfanos, el mobiliario urbano de reminiscencias caseras (esas farolas como lámparas de pie), hasta las candelarias y los amarres. Todo tiene su marca (tan comercial como pretendidamente moderna) en esta nueva marina que puede albergar barcos desde 6 a 80 metros de eslora y que ha contado con una inversión de 90 millones de euros.

«Quiero que lo visible sea la gente», ha dicho el diseñador, de 63 años, durante la rueda de prensa que ha ofrecido a los medios para la presentación de la nueva zona del puerto. Esa apertura, esa visibilidad, está presente tanto en la zona comercial como en la de amarres. No hay tráfico entre los barcos, los enormes ventanales y las amplias terrazas. Todo tan moderno y diáfano que hasta las ventanas y los porches de los edificios de la zona antigua, aquellos que aún están al otro lado del puerto, ahora se antojan decimonónicos. En cualquier caso, el objetivo es que en menos de un año sufran una remodelación en sus fachadas para asemejarlos lo máximo posible a la nueva construcción. (www.elmundo.es, 28 abril 2012)
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