Agencia EFE
Ocho lujosos superyates de hasta 83 metros de eslora, cerca de 1,500 embarcaciones y más de un millar de expositores procedentes de 30 países convierten a partir de este jueves a la ciudad costera de Fort Lauderdale, en el mayor escaparate náutico del mundo.
El International Boat Show de Fort Laudedale cumple 57 años con un continuado impulso arrollador que cristaliza este año en una concentración récord de embarcaciones, yates y superyates con un valor cercano a los 4,000 millones de dólares.
Cabe destacar que se trata de un sector “cada vez más en auge”, con un impacto económico, en el caso de esta cita, de más de $857 millones en la zona y que contribuye al sostenimiento de 136,000 empleos, dijo Ricardo Strul, gerente general de Show Management, compañía organizadora de la feria náutica.
Se trata de una cita imprescindible para los entusiastas del mar deseosos de contemplar no solo los más novedosos yates y la náutica deportiva, sino las últimas tendencias en diseño y la tecnología puntera.
La muestra ocupa una extensión de tres millones de pies cuadrados (279,000 metros cuadrados) con conexión a seis diferentes instalaciones habilitadas, un circuito con un sinnúmero de rectas pasarelas de madera a cuyos costados se encuentran atracados todo tipo de yates y superyates que los aficionados pueden visitar.
En un ambiente festivo, sobresale atracado en la marina Hall of Fame, la más selecta de la feria, el lujoso superyate “Savannah”, de 83 metros de eslora, el primer híbrido ecológico de su tipo, una joya del astillero holandés Feadship que deslumbra por sus líneas precisas, la simplicidad y la elegancia de su decoración interior.
Se trata de la “reina del show, una pieza de arte en sí misma”, dice Farouk Nefzi, director de ventas de Feadship, quien recita palabras como “inspiración”, “comodidad”, “simplicidad”, “respeto al ecosistema” y “belleza” para sintetizar las características de este superyate construido en 2015.
“Savannah” dispone de seis camarotes con capacidad para 12 huéspedes, con la máxima comodidad, y un amplio espacio de sauna, gimnasio y jacuzzi, además de un piscina exterior en el primer puente.
En el paseo por su interior, Cristina Gherardi, diseñadora e interiorista, puso en valor el uso de materiales como el cuero, la madera, el mármol y el acero inoxidable en armonía con la “comodidad, funcionalidad y simplicidad de un diseño que huye de lo ornamental” en la decoración.
En esa búsqueda de la “difícil facilidad” decorativa, Gherardi señaló a Efe que una de sus prioridades fue integrar los grandes espacios interiores y exteriores por medio de cristaleras automáticas y el control de temperatura, que permite “mantener el frescor interior y, al mismo tiempo, sentir como una prolongación del mar”.
La cita de embarcaciones en el agua más grande del mundo cuenta en esta edición con 8 yates de súper lujo de más de (200 pies) 60 metros de eslora, de 17 que alcanzan o superan los 175 (53 metros) y de otros 124 yates de unos 100 pies (30 metros), una muestra en la que sobresalen también nuevos yates boutique como el “Astondoa 655 Coupe”, del astillero español del mismo nombre.
Astondoa, uno de los grandes astilleros de yates de lujo del mundo, presenta este año seis yates en la feria, uno de ellos, el “655 Coupe”, su modelo más reciente, por el que ha recibido varios premios en 2016.
Este barco emblemático del astillero de Santa Pola (Alicante) integra materiales como la fibra de carbono, el cuero y la madera para imprimir un toque de clase sin dejar de lado la sensación de “robustez que emana de su estructura”, dijola guía.
La feria ha despertado con los años tal demanda entre los astilleros y expositores de yates de lujo que, en esta edición, la organización ha recibido a más de un millar de expositores y se prevé que la cifra de visitantes supere ampliamente las cien mil personas.
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http://www.elnuevoherald.com/noticias/sur-de-la-florida/article112428672.html