El Puerto de Palma de Mallorca es uno de los que tiene más demanda para el mantenimiento y reparación de grandes barcos en invierno. Barcelona y Tarragona luchan por este negocio.
Los yates y megayates necesitan descanso, mantenimiento y mucho mimo. Del Puerto de Palma al de Tarragona, todos están llenos estos días. Los barcos de recreo más lujosos y grandes del mundo, esos megayates en los que los grandes millonarios pasan sus horas en verano, se ponen a punto durante los meses de invierno. Y llenan los astilleros de los puertos más importantes, donde se repasan los motores, los cascos y hasta se lija la madera de cubierta. Algunos, eso sí, siguen navegando, esta vez por las aguas calientes del Caribe y otras zonas exóticas, donde muchos bolsillos pudientes escapan del frío y, este año, de la pandemia.